Reglas básicas

protocolo nº 1

El vino blanco seco precede a los demás vinos. El vino tinto precede al vino dulce o licoroso.

Si se sirven varios vinos blancos secos o varios tintos:

  •  El más ligero ha de preceder al más generoso.
  •  El más joven al de mayor edad.

Con los postres, es el momento de servir vinos dulces o generosos como moscateles, olorosos, dulces, nunca con cava brut o seco.

Cómo servir

protocolo nº 2

Para servir correctamente el vino es necesario utilizar siempre copas incoloras, que permitirán apreciar la limpidez y el color del vino, no obstante existen distintos formatos para cada vino.

Un claro ejemplo de ello, es la amplia gama que nos ofrece la casa RIEDEL, que nos aporta un modelo de copa, en función del tipo de vino que hayamos escogido.

Descorche

protocolo nº 3

  •  Cortar la cápsula por debajo del anillo del gollete y retirar esa parte de la cápsula.
  •  Al servirlo así el vino no arrastrará partículas de la cápsula o adheridas a ésta.
  •  Limpiar el borde de la botella que ha estado en contacto con la cápsula.
  • Sacar el corcho de manera que no se rompa. Es recomendable no atravesarlo completamente con el sacacorchos.
  • Limpiar de nuevo el gollete o cuello interior de la botella.
  • Oler el corcho cuidadosamente por si tuviera algún defecto indicador del estado del vino.
  • Se aconseja catar el vino de forma rápida antes de servirlo para estar seguros de su estado.
 

Un claro ejemplo de ello, es la amplia gama que nos ofrece la casa RIEDEL, que nos aporta un modelo de copa, en función del tipo de vino que hayamos escogido.

recomendaciones

protocolo nº 4

Servir el vino a la temperatura adecuada te permitirá desplegar todo su encanto, básicamente es conveniente saber que el vino blanco necesita estar lo suficientemente frío, entre 8 y 10ºC, como para que resulte refrescante y el tinto debe servirse a una temperatura ligeramente más alta, entre 17- 18ºC. De todas maneras, durante un verano caluroso, seguro resultará más agradable degustar un vino a menor temperatura que la de una fría noche de invierno.

 

Por eso no dudes, durante un sofocante almuerzo veraniego, en pedir que se te enfríe un vino tinto a 16ºC. Recuperará su temperatura habitual de 18 o 19ºC en pocos minutos, debido a la temperatura ambiente. Obviamente, si el personal del restaurante es cualificado, esto lo detectarán enseguida, y te pondrán una cubitera con hielo, para introducir dentro la botella. O bien una funda externa que aporte frio a la misma.

 

La mejor recomendación es... pedir consejo. Si hay sommelier, al sommelier; si no, a quien haga sus veces. Pero, ante todo, hay que tener claras algunas cosas. La primera, el propio gusto; normas, escritas o no, sobre acoplamientos entre vinos y platos, hay muchas, pero lo indudable es que el gusto está por encima de la norma. La segunda, tener claro en qué nivel de precios nos queremos mover. Lo mejor es pedir la carta de vinos (y mejor todavía es pedir que nos la traigan al mismo tiempo que la de platos) y establecer una horquilla de tipo de vino y precio; si aún dudamos, será sobre esa horquilla sobre la que debemos consultar al sumiller, que así se hará una idea bastante correcta sobre nuestros gustos y nuestra intención de gasto. Recuerden que la mejor vía para entender de vino es... beber muchos vinos, lo que no debe confundirse con «beber mucho vino»